Mi nombre es Verónica Resèndiz Monroy, soy Ingeniero en Sistemas Computacionales y actualmente estoy estudiando la Maestría en Educación. Tengo 4 años de ser docente y comencé sin ninguna experiencia El último trabajo qué pensé que llegaría hacer es el de la docencia, llegue por asares del destino, al salir del Tecnologico tenía que realizar un trámite a mi certificado de preparatoria, así que fui a mi antigua preparatoria.
Al dirigirme hacia la salida, me encontré a un antiguo profesor de Literatura y como siempre he sido una alumna que nunca pasa desapercibida, púes aún se acordaba de mí. Me invito a pasar a su oficina y mi sorpresa fue que era coordinador del plantel, comenzamos a platicar, me pregunto qué a que me dedicaba obviamente era desempleada y así se lo comente.
El me dijo que si no me gustaría dar clases, todavía lo dude y pensé púes aunque sea, así como si no hay otra opción. Siento como docente tener una gran responsabilidad en mis manos, ya que debido a mi perfil yo comencé sin ninguna preparación pedagógica, sufrí mucho pero también ya lo puedo decir “amo” mi profesión y por lo mismo tengo la obligación de prepararme día a día, ya que el tener alumnos de preparatoria conlleva muchísimo esfuerzo, porque pasan por una etapa muy difícil y actualmente en la sociedad en la que vivimos les hace más difícil su existencia.
El compromiso que siento no es solo con ellos si no también con la sociedad ya que serán los hombres del futuro y se les tiene que preparar en valores, actitudes, desempeño y conocimiento para que puedan desenvolverse en cualquier ámbito ya sea profesional o laboral.
La satisfacción que tengo como docente es que al terminar algún el semestre en cursos mis alumnos tienen mejores hábitos como el del la limpieza, así como valores de respeto, responsabilidad, lealtad, etc. Y como la materia que imparto hoy en día es muy importante, bueno todas lo son, pero el que un alumno que viene de una comunidad y que nunca a utilizado una computadora, le pierde el miedo y la utiliza como una herramienta útil en su vida cotidiana y aún más que se da cuenta de cómo le puede ayudar en un futuro, así como los que no le tiene miedo y la saben utilizar pero no para beneficio y lo aprenden hacer es algo muy satisfactorio para mí.
La insatisfacción que siento es que algunos de los docentes del plantel donde laboro, no tienen el compromiso ni el amor a la docencia y ellos entorpecen nuestra esfuerzos de los que si queremos trabajar y no solo ir a sentarse y hacer como que medio trabajas.
Al igual que nuestros mis jefes me piden números en lugar de resultados porque un alumnos que saque de calificación 7 no quiere decir que no aprendió a lo mejor le falto algo, pero no ellos solo quieren ver 10 en la lista y si no, los malos maestros somos nosotros por exigir trabajo y no regalar calificación.